Nuevas tecnologías para calefacción por suelo radiante: tubos multicapa, control digital y zonificación inteligente

La calefacción por suelo radiante ya no es un sistema reservado solo para viviendas de lujo o proyectos de obra nueva. Gracias a la evolución de los materiales, la digitalización y la eficiencia energética, hoy es una de las formas más inteligentes de climatizar cualquier tipo de hogar.

En este artículo vamos a analizar cómo ha evolucionado esta tecnología en los últimos años, qué mejoras se han incorporado en los sistemas actuales, y por qué cada vez más viviendas —no solo de obra nueva, también reformadas— eligen esta opción por su comodidad, bajo consumo y adaptabilidad.


¿Por qué sigue ganando terreno el suelo radiante?

El principio básico del suelo radiante sigue siendo el mismo: una red de tubos instalados bajo el pavimento por los que circula agua caliente (o fría, en sistemas reversibles). Esto convierte el suelo en un emisor térmico de gran superficie, lo que permite calentar las estancias de forma uniforme, sin corrientes ni saltos de temperatura.

Pero lo que ha cambiado radicalmente es la tecnología detrás de este sistema. Antes, instalar suelo radiante era complejo, costoso y poco flexible. Hoy, con los avances en materiales y electrónica, se ha convertido en una solución más precisa, modular y fácil de controlar.


Tubos multicapa: el corazón del sistema renovado

Los antiguos sistemas usaban tuberías de polietileno reticulado (PEX), que aunque eficaces, presentaban limitaciones en cuanto a memoria térmica, resistencia mecánica y facilidad de instalación.

Los nuevos sistemas utilizan tubos multicapa, formados por una combinación de plástico (PEX o PE-RT) y una lámina intermedia de aluminio que ofrece grandes ventajas:

  • Mayor resistencia a la presión y la temperatura.
  • Menor dilatación térmica.
  • Conservación de la forma una vez instalados (memoria cero).
  • Mayor durabilidad frente a la corrosión o ataques químicos.

Esto ha reducido el riesgo de averías, facilitado el montaje y mejorado la fiabilidad a largo plazo. Además, estos tubos son más eficientes a la hora de transmitir el calor al suelo.


Aislamiento térmico y placas de montaje más eficientes

Otra innovación clave está en el aislamiento bajo los tubos. Las placas actuales están diseñadas no solo para soportar el circuito de tubos, sino también para reducir la pérdida de calor hacia abajo y optimizar la distribución del calor hacia arriba, donde realmente lo necesitamos.

Además, los nuevos sistemas incluyen superficies con relieves o guías que facilitan la instalación, acortan los tiempos de montaje y mejoran el rendimiento térmico general del sistema.


Control digital y termostatos inteligentes

Aquí es donde más ha evolucionado la calefacción por suelo radiante: en el control. Antes, una única caldera regulaba todo el circuito, con poco margen de ajuste y escasa personalización. Hoy, gracias a la digitalización, los sistemas permiten:

  • Control por zonas independientes (salón, dormitorios, baños…).
  • Programación horaria por estancia.
  • Control remoto desde el móvil mediante apps o asistentes de voz.
  • Integración con sensores de temperatura, presencia o apertura de ventanas.
  • Ajuste automático según clima exterior o hábitos de uso.

Esto no solo mejora el confort, sino que también permite ahorrar energía de forma real. Por ejemplo, puedes mantener el baño caliente solo en las horas en que se usa, o apagar automáticamente estancias vacías.


Zonificación: confort a medida en cada espacio

Una de las principales mejoras es la posibilidad de zonificar la calefacción por completo, algo impensable hace años. Cada estancia puede tener su propio termostato y actuar de manera independiente según la hora del día o el uso que se le dé.

¿Para qué sirve esto?

  • Dormitorio principal más cálido por la noche.
  • Baños con temperatura elevada solo a primera hora y por la noche.
  • Salón o cocina con ajuste suave durante el día.
  • Habitaciones de invitados apagadas hasta que se usen.

Esta personalización térmica mejora el confort de forma notable, pero también reduce la factura, ya que el sistema solo trabaja donde y cuando se necesita.


Suelo refrescante: doble función para todo el año

Otra innovación destacada es la posibilidad de que el mismo circuito funcione también en verano para refrescar el ambiente.

Esto se consigue conectando el suelo radiante a una bomba de calor reversible, que en verano hace circular agua fría a través de los tubos, bajando la temperatura del suelo y generando una agradable sensación térmica sin necesidad de aire acondicionado.

Eso sí, requiere un diseño cuidadoso para evitar condensaciones. Para ello, se emplean sensores de punto de rocío y sistemas de control de humedad.


Integración con energías renovables

El suelo radiante funciona a baja temperatura (entre 30 °C y 40 °C), lo que lo hace ideal para trabajar con bombas de calor aerotérmicas, geotermia o sistemas solares térmicos.

Este detalle es clave: al necesitar menos temperatura, los equipos de generación trabajan con mayor rendimiento, consumen menos y alargan su vida útil. Además, los sistemas modernos ya están pensados para integrarse con:

  • Placas solares fotovoltaicas, para aprovechar excedentes energéticos.
  • Acumuladores térmicos, que almacenan el calor solar para usarlo en suelo radiante.
  • Control domótico centralizado, que coordina climatización, luces y persianas.

¿Puedo instalar suelo radiante en una reforma?

Sí. Aunque durante años fue exclusivo de obra nueva, hoy existen sistemas ultrafinos (desde 2 a 3 cm de espesor) que permiten su instalación en reformas sin levantar todo el suelo.

Se colocan sobre el pavimento existente, con mínimo espesor, y luego se recubre con una nueva capa de acabado. También existen soluciones secas, sin cemento, ideales para reformas rápidas o viviendas en altura.


¿Cuánto cuesta instalar suelo radiante con estas nuevas tecnologías?

El precio puede variar según el tipo de vivienda, tamaño de la superficie y complejidad del sistema. A modo orientativo:

  • Obra nueva completa: entre 40 y 70 €/m² (incluyendo materiales, montaje y control).
  • Reformas con sistemas de bajo espesor: entre 55 y 90 €/m².
  • Control por zonas, termostatos y domótica: 300–1.200 € adicionales, según grado de personalización.

La inversión se amortiza en pocos años gracias al ahorro energético y al aumento del valor de la vivienda.


La calefacción por suelo radiante ha evolucionado mucho más allá del confort silencioso y uniforme que ofrecía hace una década. Hoy, gracias a los nuevos materiales, los sistemas de control inteligente y la posibilidad de integración con energías renovables, se ha convertido en una solución térmica del presente y del futuro.

No solo permite ahorrar y ganar bienestar, sino que también contribuye a reducir el consumo energético global de la vivienda, con un diseño limpio, sin radiadores visibles, y sin corrientes de aire que resequen el ambiente.

En Gas y Calor Callosa llevamos años instalando sistemas de suelo radiante con las últimas tecnologías del sector. Te asesoramos desde el primer diseño hasta el control final por zonas, con la posibilidad de integrar energías renovables y domótica para que disfrutes del confort que merece tu hogar.

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